El impaciente caballo
El impaciente caballo Irreflexivo, artista, impetuoso,
simpático, elocuente, pasional, dominante. El caballo es
irreflexivo ya que se lanza hacia sus objetivos sin darle más
vueltas. Parece como si nunca hubiera tropezado en su vida, ya
que es capaz de estrellarse de vez en cuando y no por eso perder
su ansia de éxito y su ímpetu para conseguirlo. Son más bien
simpáticos. Tienen tendencia a hablar desde el corazón y no
piensan mucho lo que dicen. El caballo es el que en una fiesta
cuenta los chistes, hace reir a todos, aunque tenga que meterse
con los defectos de alguno de los presentes. Las miradas asesinas
de los demás es algo que no le preocupa ya que sólo tiene
tiempo de mirarse a sí mismo y cumplir con sus objetivos. A
pesar de eso, no actúa con mala intención, más bien, sus actos
son producto de la falta de responsabilidad, y, si se da cuenta
de sus errores, es capaz de pedir perdón y arrepentirse de
verdad como un niño. Les gusta no depender de nadie, por lo que
si en su trabajo tienen que aguantar a un jefe, lo llevarán muy
mal. Odiarán las órdenes de personas que consideran de peor
categoría que él, aunque éstas tengan cargos superiores. Por
eso, estará como pez en el agua como profesional independiente,
como empresario o como artista, dueño de su propia obra. La
parte que no le gusta es convencer a los demás de que lo que ha
hecho, es lo mejor y lo más perfecto. Aunque le encanta hablar y
hacerse notar, está tan convencido de lo perfecto de su trabajo,
que la evidencia le ciega y cree que puede cegar a los demás,
por la sola exposición ante sus ojos. Les gusta la libertad y
sentirse libres en espacios libres. El hogar no es una palabra
que encaje en sus ideales. Aunque es feliz consigo mismo y
encuentra ocupaciones que le entretengan, siempre estará echando
de menos salir con los amigos, ir a fiestas (adora que le inviten)
exhibirse, en definitiva. Le gusta el movimiento, el cambio y tal
vez el peligro. Si le ofrecen un trabajo inestable, pero que le
permite ascender en la escala social o le pagan más dinero, se
lanzará de cabeza sin pensarlo dos veces. En el deporte, es
amante de los más arriesgados. Y en el amor, desgraciadamente,
sus impulsos hacen que elija las parejas más inconvenientes. Tal
vez se enamore de alguien que vive en otra ciudad, o de alguien
al que seguro no va a volver en su vida. Y el caracter de sus
parejas suelen ser difíciles. Es posible ver al caballo
locamente enamorado de personas casadas. El caso es buscar la
emoción en cualquier momento. Sin embargo son los primeros que
desean estabilidad en una vida algo alocada, por lo que la pareja
que le atará será la que sepa encontrar el equilibrio entre una
vida monótona a la que agarrarse y unas escapadas a lo
desconocido.
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